Reformas para mejorar la eficiencia energética de tu vivienda con aislamiento
En la actualidad, cada vez somos más los usuarios concienciados con eficiencia energética en la reducción del consumo eléctrico a nivel doméstico. Este cambio es impulsado por dos aspectos principales, por un lado, los altos niveles de contaminación existente en nuestro país, y por otro, el incremento que ha sufrido el precio de la energía, principalmente el coste del kilovatio hora de la electricidad.
La subida de la luz en España, es un tema que no ha dejado indiferente a nadie, pues el recibo a final de mes se ha incrementado más del 67% en tan solo un año. Son muchos los factores que explican esta crisis energética, como la inflación, el incremento del coste de materias primas como el gas natural y el petróleo o incluso la pandemia.
Por tanto, son muchas las técnicas que podemos emplear en nuestra vivienda para reducir el consumo de electricidad, como el aprovechamiento de la luz natural, la implantación de luces LED o reducir el uso de aparatos eléctricos.
Sin embargo, ante grandes problemas, grandes soluciones, las medidas más efectivas son aquellas dirigidas a mejorar la eficiencia energética del inmueble sin dejar de disfrutar de sus comodidades, es decir, la optimización de los diferentes procesos o instalaciones para consumir una cantidad de energía inferior a la necesaria para realizar una actividad.
Para ello, optar por el autoconsumo solar o incluso sustituir los sistemas de climatización por otros más eficientes, nos permitirá optimizar el consumo de nuestra vivienda. Aunque, en este post, en este post te vamos a dar las claves para aumentar la eficiencia energética gracias al correcto aislamiento térmico de la vivienda, un concepto desconocido para muchos.
Reduce la demanda energética gracias al aislamiento
El aislamiento térmico es una barrera que aísla el inmueble y bloquea la transferencia de calor del interior al exterior, lo cual mejora el confort de la estancia, y reduce el gasto innecesario de energía hasta un 70%.
Mejoras en la envolvente térmica
Con ellas se consigue reducir el las pérdidas o ganancias de energía de la vivienda. De esta manera, se reduce el flujo de calor desde el exterior hacia el interior en verano, y se evita perder el calor del interior hacia el exterior en invierno, consiguiendo reducir las demandas de energía para la calefacción y la refrigeración.
Mejoras en el aislamiento térmico
Disponiendo de paneles de aislante térmico en fachadas, falsos techos y suelos conseguiremos un importante ahorro energético.
En el caso de la fachada es muy importante que todas las capas del cerramiento se encuentren a una temperatura aproximada a la del ambiente interior, eliminando todos los puentes térmicos y evitando condensaciones.
En cuanto al tipo de aislante a colocar, el vidrio es un gran material, por sus propiedades de aislamiento acústico y su permeabilidad.
Cambiar las ventanas
Cuando se considera reemplazar ventanas ineficientes, la mejor opción son aquellas que poseen doble acristalamiento y rotura de puente térmico. En función de su material, podemos distinguir dos tipos:
Ventanas PVC
Este material es resistente a la corrosión y tiene baja conductividad eléctrica, por lo que brinda tanto beneficios térmicos de calor como acústicos.
Ventanas de aluminio
Por el contrario, este material es conductor, por lo que es necesario instalar materiales aislantes que permitan la correcta desconexión del puente térmico
Como ya hemos mencionado anteriormente, estas medidas ayudarán a reducir en gran medida el consumo de energía, sin embargo, lo verdaderamente importante a la hora de reducir la factura de la luz es que el precio del kilovatio hora sea lo más económico posible.
Para ello, hacer una comparativa entre las diferentes comercializadoras de luz es la mejor opción. Dejarnos asesorar por un experto energético, nos puede facilitar la tarea de localizar la tarifa eléctrica que mejor se adapte a nuestros hábitos de consumo.